Las 3 Islas de Mazatlán

Mazatlán, una ciudad con más de dos siglos de existencia, es un lugar donde la historia se entrelaza con la imaginación popular, dando origen a leyendas que trascienden a la realidad y se convierten en parte integral de la identidad de sus habitantes.

 

Este puerto es famoso por sus "Tres Islas": La Isla de Venados, la Isla de Pájaros y la Isla de Lobos, todas ellas designadas como Reservas Ecológicas que albergan una rica diversidad de fauna marina y flora silvestre, creando una amplia variedad de ecosistemas únicos.

 

Estas islas son fácilmente accesibles en lancha o velero y ofrecen innumerables oportunidades para actividades al aire libre como caminatas, buceo, esnórquel y mucho más.

 

Leyenda de las 3 islas:

 

Estas islas son conocidas como las guardianas del puerto de Mazatlán.

 

Según la historia local, estas islas están envueltas en leyendas y mitos que van desde antiguos rituales de sacrificio hasta la creencia en la existencia de tesoros ocultos en sus montañas. Además, estas islas cuentan con playas paradisíacas que se extienden justo en frente del malecón más grande de Latinoamérica.

 

Cuenta la leyenda que, en tiempos pasados, los habitantes de Mazatlán sufrían de la gravedad el tiempo con los huracanes, el mar se volvía despiadado y la gente anhelaba poner fin a esa situación.

 

En aquellos días, el Rey de Mazatlán tenía tres hermosas hijas, verdaderas princesas que gozaban del respeto y el cariño de su pueblo.

 

En un intento desesperado por salvar a su pueblo de las tormentas y ciclones, el monarca consultó a los sabios de su clan, ya que este buscaba una solución, quienes le aconsejaron realizar un sacrificio humano. Sin embargo, el sacrificio debía ser de una mujer virgen, específicamente una de las hijas del Rey para poner fin a los problemas que asolaban al pueblo.

 

El Rey se la paso pesando día y noche que hacer, pero no encontraba una alternativa para resolver la crisis. Con el paso de los días el mal tiempo regreso a Mazatlán con una fuerza inigualable. El mar rugía con furia, las lluvias parecían interminables y los vientos arrasaban todo a su paso, haciendo que la vida en la ciudad fuera insostenible.

 

En medio de la tormenta, una de las hijas del Rey se acercó a él y le ofreció sacrificarse por el pueblo. A pesar de la oposición de su padre y sus súplicas por encontrar otra salida, la joven decidió llevar a cabo el sacrificio.

 

Con valentía, sus hermanas se unieron a ella, vestidas de blanco y cada una con un diamante, regalo de su madre, colgando en el pecho. Tomadas de la mano, caminaron hacia el mar en un acto de amor hacia el pueblo.

 

El pueblo y el Rey quedaron asombrados ante el gesto supremo de las princesas. Sin embargo, la furia del mar hizo que una de las hijas se desprendiera de las manos de las otras dos y fuera arrastrada hacia el océano, mientras las dos restantes continuaron avanzando hacia las profundidades.

 

A la mañana siguiente, en Mazatlán aparecieron tres islas: dos de ellas estrechamente unidas, como si estuvieran entrelazadas, y la tercera un poco más apartada. Desde entonces, estas islas se convirtieron en un escudo protector para el puerto, devolviendo la tranquilidad perdida durante la tormenta.

 

La leyenda cuenta que en el corazón de cada isla yace el diamante de cada una de las princesas, quienes se transformaron en Islas Guardianas para proteger a su pueblo.

 

Si visitas este puerto, te recomendamos hospedarte en un hotel en la zona dorada de Mazatlán. Desde allí, podrás disfrutar de vistas diarias a las Tres Islas de la Leyenda y conocer su historia fascinante. Estas islas son paradas obligadas en tu de este destino turístico en el sur de Sinaloa.